domingo, 24 de mayo de 2009

Graffistis una cultura urbana.




Desde finales de los 60 los jóvenes de la ciudad de Nueva York comenzaron a estampar con sus nombres los muros de sus barrios, si bien recurrían a apodos, construyendo así una identificación propia. Los jóvenes graffiteaban para sus amigos e inclusive para sus enemigos. Posiblemente el patrón más demostrativo y juntamente el más popular sea el de Taki 183, un joven griego que a los 17 años empezó a colocar su pseudónimo. El era mensajero y recorría habitualmente los metros urbanos y además los sellaba con sus tag.
En los finales de los 70, el arte del graffiti alcanzo sus niveles más altos con la integración de imágenes populares como héroes del cómic, dibujos animados, etc. Con la integración de estas imágenes surgen las brillantes y complejas piezas maestras, que al mismo tiempo sirven para diferenciar a los expertos de los principiantes.

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